Entre las fuentes Krutxaltea y Urona se encuentra el pueblo de Uztárroz. Hasta el verano de 2022 allí se habían rodado 3 películas sin contar con la autoría de sus habitantes. Una cineasta es invitada al pueblo a hacer un proyecto que dialogue con esta realidad y propone a los uztarroztarras hacer una cuarta película de manera colectiva en la que ellos determinen cómo autorrepresentarse.
¿Puede un país que es también un enorme resort de vacaciones convertirse en el escenario ideal de un relato de terror? Cuando las avenidas se vacían y el fervor comercial remite, algo se revuelve en las entrañas de Andorra. Daba fe de ello El espectro de Justine, film maldito que nunca llegó a ver la luz… Hasta ahora.
El espacio entre el terror ecológico real y el fantasmático. Un lamento ambivalente por la desaparición de las palmeras de Los Ángeles y un sermón sobre la infraestructura del Día del Juicio Final dirigido a nadie. Destrucción y deseo confundidos en abrasiones superficiales.